febrero 10, 2025

Una profesora maravillosa

outside of a school

Accra, Ghana — Tessark International School comenzó con un acto de bondad. Cuando la madre de Faustina, una pedagoga jubilada, notó que su vecina tenía dificultades para encontrar una guardería para sus hijos pequeños, intervino para ayudar. Lo que comenzó como un simple cuidado pronto se convirtió en algo extraordinario. Con un amor natural por la educación y un don para nutrir las mentes jóvenes, esta maravillosa profesora no pudo resistirse a enseñar a los pequeños los conceptos básicos: colores, formas y la magia de contar historias.

Una tarde, inspirada por la alegría en sus ojos curiosos, se preguntó: “¿Por qué no abrir una escuela?” Y así lo hizo. En su propia casa, Tessark International School cobró vida como una pequeña guardería, que ofrecía a los padres locales un espacio seguro para sus hijos.

Lo que comenzó como un humilde esfuerzo rápidamente se convirtió en un recurso comunitario vital. Los padres vieron que sus hijos prosperaban y la voz se corrió. Pronto, el número de estudiantes excedió la capacidad de la casa, y Faustina, que acababa de terminar sus estudios, se unió con entusiasmo a su madre en la empresa.

La profesora maravillosa

Faustina recuerda aquellos primeros días con una sonrisa. “Los niños se salían de la casa”, dice, describiendo la estructura de madera que construyeron en el techo para crear más espacio. Era poco convencional, pero rebosante de esperanza y propósito.

A medida que la escuela crecía, también lo hacían los desafíos. Faustina asumió un papel de liderazgo, buscando formas de mejorar las operaciones. Cuando asistió a una capacitación de Edify en Accra, Ghana, descubrió herramientas invaluables para la gestión financiera. Al regresar con una visión renovada, compartió sus planes con su madre.

Al principio, hubo resistencia. La transición de los métodos tradicionales a las prácticas modernas no fue fácil, especialmente para la madre de Faustina, que no había crecido en un mundo impulsado por la tecnología. Pero el deseo de ver que la escuela tuviera éxito superó la vacilación. Juntas, abrazaron los cambios y se asociaron con Edify en 2007, lo que encaminó a la escuela por un camino de crecimiento.

Transformando la educación

Con el apoyo de Edify, Tessark School implementó sistemas de contabilidad adecuados, introdujo QuickBooks y se centró en la sostenibilidad financiera. Los resultados fueron transformadores. En 2013, la escuela se mudó de su casa a una instalación dedicada. Siguió un laboratorio de computación, que despertó la creatividad y la confianza en sus estudiantes.

La capacitación de Edify no solo mejoró las operaciones de la escuela; redefinió el entorno de aprendizaje. Las aulas que antes eran sencillas y funcionales se convirtieron en espacios vibrantes llenos de coloridos gráficos, mapas y proyectos estudiantiles. Un huerto escolar brindó nuevas oportunidades para el aprendizaje práctico, donde los estudiantes cultivaron la paciencia y la comprensión del crecimiento, tanto en las plantas como en ellos mismos.

Un impacto duradero

Hoy en día, Tessark International School alberga a casi 1000 estudiantes, desde bebés hasta adolescentes. Muchos provienen de entornos con pocos recursos, pero la escuela se ha convertido en una plataforma de lanzamiento para sus sueños. Los graduados han ido a estudiar farmacia, medicina e ingeniería, inspirados por la sólida base que recibieron en Tessark.

Pero más allá de los números y los logros, lo que hace que Tessark sea realmente especial es la belleza de la enseñanza. La escuela encarna lo que significa nutrir el potencial, conocer a los estudiantes donde están y guiarlos con cuidado y propósito.

Mientras Faustina reflexiona sobre el viaje, ve las huellas dactilares del amor, la dedicación y la innovación en cada rincón de la escuela. “La educación se trata de abrir puertas”, dice. “Cuando enseñas a un niño, no solo cambias su vida; cambias el futuro.”