Un impacto duradero requiere unos cimientos fuertes, y cuando esos cimientos se ponen a prueba, se revela su verdadera fortaleza. Para la Abundant Grace School de Liberia, soportar las tormentas de la vida ha dado forma a su trayectoria, conduciéndola al lugar de resiliencia y crecimiento en el que se encuentra hoy. Todo empezó con una tormenta.
Temporada de desafíos
La temporada de lluvias en Liberia, que suele durar de mayo a octubre, se caracteriza por precipitaciones abundantes y frecuentes y una elevada humedad, lo que afecta considerablemente a la vida cotidiana y a las infraestructuras. Estas son las condiciones a las que se enfrentó la escuela Abundant Grace al comenzar su andadura en 2009.
La escuela, dirigida por el Rev. Dr. Barromi Davis, Sr., pretendía hacer algo más que educar; buscaba inculcar valores centrados en Cristo a sus 150 alumnos de ojos brillantes hasta 4º curso. Sin embargo, sin el drenaje adecuado ni los recursos para mejorarlo, cada temporada de lluvias traía inundaciones que amenazaban con arrasar todos los progresos realizados. Cada año, el reverendo Barromi y su equipo reconstruían. Su determinación se puso a prueba, pero no se quebró. Los sueños de un auditorio, una biblioteca, una cafetería y un laboratorio informático seguían siendo sólo eso: sueños.
Una esperanza sólida como una roca
Sin embargo, la esperanza del Rev. Barromi se elevaba por encima de los muros rotos que se desmoronaban cada año. Como el sabio de Mateo 7: “La lluvia descendió, los torrentes crecieron, y los vientos soplaron y golpearon contra aquella casa, pero no cayó, porque tenía sus cimientos en la roca”. Se mantuvo firme en los planes de Dios de poner los cimientos para la siguiente generación a pesar de las tormentas.
En 2013, el Rev. Barromi asistió a una sesión de formación en Edify, “Condiciones para el aprendizaje”, donde conoció a otros líderes escolares que se habían enfrentado a retos similares y encontraron el valor para perseverar. Por primera vez, se sintió capacitado y vio un futuro en el que las lluvias ya no dictarían el impacto y el crecimiento de Abundant Grace.
Asociación y progreso
Poco después, Abundant Grace se convirtió en una de las cinco primeras escuelas en asociarse con Edify, ya que las operaciones acababan de comenzar unos meses antes. Esta asociación fue más que una colaboración; fue el cumplimiento de una promesa de que los planes de Dios nunca se desvanecerían. A través de tres préstamos críticos, la escuela experimentó profundos cambios.
Con nuevos recursos, la escuela puso en marcha sistemas de drenaje mejorados para protegerse de las estaciones lluviosas. También se amplió de ocho a quince aulas, lo que les permitió atender a alumnos de hasta 8º curso, superando con creces su capacidad anterior. Además, el segundo préstamo facilitó la compra de un minibús, que pronto se convirtió en una flota de cuatro, resolviendo los problemas de transporte que anteriormente habían impedido a muchos estudiantes asistir regularmente a la escuela. Estas mejoras operativas permitieron hacer realidad los sueños largamente acariciados de un auditorio, una biblioteca y un laboratorio informático, transformando la escuela en un faro de aprendizaje y fe.
Más allá de las mejoras físicas, Abundant Grace experimentó un profundo cambio interno en las operaciones y la cultura, ya que el Rev. Barromi y su equipo se comprometieron a aprender con Edify. Herramientas prácticas, como el dominio de QuickBooks, permitieron a la escuela gestionar sus finanzas con mayor eficacia, garantizando un crecimiento sostenible. Otras herramientas, como la incorporación de la integración bíblica en su plan de estudios, dotaron al equipo de una sabiduría que trascendía lo académico. El equipo encontró inspiración para crear entornos de aprendizaje centrados en Cristo, y en poco tiempo, estos valores germinaron entre los estudiantes y el personal, provocando la transformación dentro de la escuela y la comunidad circundante.
Legado de resiliencia
Hoy en día, el Rev. Barromi ya no teme la estación de las lluvias, sino que la abraza, sabiendo que los cimientos de la Abundant Grace School están seguros. Con más de 560 alumnos, la escuela sigue creciendo, como testimonio del poder de un legado de fe construido sobre los cimientos de Jesucristo.
