A finales de 2024, Ecuador se enfrentó a un desafío importante cuando una grave crisis energética interrumpió la vida diaria en sus 24 provincias y entre sus 17 millones de habitantes. De septiembre a diciembre, los prolongados cortes de energía, algunos de hasta 14 horas, afectaron a empresas, hogares y escuelas, dejando a las comunidades a la deriva en una temporada de incertidumbre y dificultades.
La educación en crisis
La educación es una piedra angular del desarrollo, la equidad y la sostenibilidad de Ecuador, pero la crisis energética expuso y empeoró los desafíos existentes. Las escuelas, especialmente en las zonas rurales, tuvieron dificultades para funcionar a medida que los recursos escaseaban y las interrupciones del suministro eléctrico interrumpieron el acceso a las necesidades básicas y las herramientas tecnológicas. Para muchos estudiantes, estas condiciones interrumpieron por completo su aprendizaje.
Los estudiantes querían aprender, pero los cortes de energía lo hacían casi imposible. Algunos días, no era posible dar clases debido a las difíciles condiciones. Esta dificultad se vio agravada aún más por la inestabilidad económica, el desempleo generalizado y la pobreza, lo que añadió tensión a las familias y las pequeñas empresas.
Compromiso de apoyo
En medio de estas dificultades, el equipo de Edify en Ecuador se mantuvo firme en su misión de empoderar a las escuelas y fomentar la resiliencia. Santiago Gamboa, director nacional de Ecuador, comparte: “En medio de esta difícil situación, brindamos apoyo continuamente. Por ejemplo, trabajamos en estrecha colaboración con las escuelas para reorganizar los horarios y maximizar el uso de la luz natural en las aulas. También implementamos baterías recargables, ordenadores portátiles y proyectores para garantizar que la formación y el aprendizaje pudieran continuar a pesar de la limitada electricidad. Además, desarrollamos materiales impresos para apoyar la continuidad de la educación cuando los dispositivos electrónicos no estaban disponibles y fomentamos la enseñanza colaborativa para ayudar a las escuelas a adaptarse.”
Las escuelas también encontraron formas innovadoras de superar estos obstáculos. Algunas utilizaron pizarras en espacios abiertos para continuar las lecciones, incluso sin electricidad, mientras que otras rotaron las aulas a áreas con mejor iluminación natural. Muchas escuelas también adaptaron sus metodologías de enseñanza, incorporando el aprendizaje basado en proyectos para involucrar a los estudiantes en actividades que hicieran uso directo de su entorno.
Un ejemplo particularmente inspirador es la Escuela Cristiana Esdras, una pequeña escuela en una comunidad rural. Ante la crisis, la escuela implementó soluciones creativas para garantizar que el aprendizaje pudiera continuar. Teresita Urresta, la directora de la escuela, recuerda: «Durante los cortes de energía, Edify nos apoyó con capacitación presencial sobre comprensión lectora y “Las siete estrategias para fortalecer la alfabetización en los niños.” El equipo de Edify vino preparado con ordenadores portátiles, proyectores recargables y todo el equipo necesario para impartir su taller. Su apoyo ha sido una gran bendición para nuestros profesores.»
Una base para el futuro
Al apoyar a estas escuelas locales, hemos visto el poder transformador de la educación centrada en Cristo para brindar esperanza y soluciones, incluso en tiempos de desafío. Para los estudiantes de Ecuador, la educación sigue siendo la clave para desbloquear el potencial y dar forma a un futuro más brillante. Y para Edify, cada desafío es una oportunidad para hacer brillar la luz de Dios aún más en los tiempos más oscuros.
Vea cómo se transforman vidas en Ecuador y cómo puede ser parte de ello.