Es fácil dar por sentada la educación. Al crecer en EE. UU., nunca dudé de si mi profesor se presentaría, estaría preparado o tendría la formación adecuada; simplemente se daba por hecho. Pero en lugares como Ghana, los estudiantes a menudo llegan ansiosos por aprender, solo para esperar a un profesor que puede que nunca llegue. Incluso cuando los profesores se presentan, a menudo carecen de la formación y los recursos para enseñar eficazmente, lo que deja a los estudiantes sin la educación que necesitan.
Por qué hay esperanza
Este desafío ha frustrado a muchos padres, algunos incluso sacan a sus hijos de la escuela. Pero hay esperanza. Las escuelas independientes de bajo coste ofrecen a las familias una mejor opción. Estas escuelas, dirigidas por apasionados propietarios locales, ofrecen una educación de alta calidad centrada en Cristo. Los padres y los directores de las escuelas se aseguran de que los profesores estén presentes y sean responsables, mientras que la formación les proporciona las habilidades y los recursos para enseñar bien.
Nuestras colaboraciones
Edify se asocia con estas escuelas para ofrecer a los estudiantes algo invaluable: una educación fiable y enriquecedora. Cuando los estudiantes se presentan, sus profesores también lo hacen: preparados, equipados y entusiasmados por enseñar. La educación es realmente un regalo que sigue dando.
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Adaptado de la autora Kaelyn Peay, una antigua becaria de operaciones en Edify.