El acceso a la educación es a menudo un privilegio, no una garantía, para muchos niños en todo el mundo, particularmente en comunidades desatendidas. En Edify, nos dedicamos a derribar estas barreras para asegurar que cada niño pueda entrar en un aula y alcanzar su máximo potencial. Sin embargo, estos desafíos son aún mayores para las jóvenes, con obstáculos más altos y mayores riesgos.
El desafío
En muchos de los países donde opera Edify, las normas culturales, los desafíos económicos y la falta de recursos afectan de manera desproporcionada la educación de las niñas. El matrimonio precoz, el trabajo infantil y las expectativas sociales a menudo obligan a las jóvenes a abandonar sus estudios. Incluso cuando las familias priorizan la educación, a menudo se envía a los niños a la escuela mientras las niñas se quedan en casa.
Las estadísticas de UNICEF revelan una realidad aleccionadora. En Uganda, más de 1,2 millones de niños de entre 6 y 12 años no están escolarizados, y las niñas se ven afectadas de manera desproporcionada debido a factores como el matrimonio precoz, el trabajo infantil y los costes de la educación. En la República Dominicana, un la sorprendente cifra de 169.500 niñas en edad escolar no están escolarizadas, y las niñas de las zonas rurales y las familias de bajos ingresos son las que se enfrentan a los mayores desafíos. Factores como el embarazo precoz y las responsabilidades domésticas contribuyen a elevar las tasas de abandono escolar entre las niñas en la educación secundaria. Del mismo modo, en Perú, las niñas indígenas y rurales se enfrentan a graves obstáculos para la educación. La pobreza, las barreras lingüísticas y las normas culturales limitan su matriculación y aumentan las tasas de abandono escolar, lo que subraya la urgente necesidad de intervenciones específicas para abordar estas disparidades.
Nuestro enfoque
En Edify, creemos en el empoderamiento de las escuelas a través de una educación centrada en Cristo para nutrir las mentes, los espíritus y el futuro de todos los estudiantes. Nuestros esfuerzos se centran en acompañar a las escuelas privadas de bajo coste que ofrecen una educación de calidad en entornos seguros y de apoyo. Al asociarnos con los propietarios de las escuelas, capacitar a los profesores y mejorar la sostenibilidad, ayudamos a cerrar la brecha de género en la educación.
Historias de impacto
En Uganda, historias de transformación como la de Mary muestran el poderoso cambio que está echando raíces en las comunidades desatendidas. Al crecer en un entorno con poco estímulo u oportunidad para tener éxito en la escuela, Mary se enfrentó a importantes desafíos. Sin embargo, después de unirse a la Jinja Parents Secondary School, una escuela asociada con Edify, su vida dio un giro dramático. Ella comparte: «Antes… vivía una vida sin propósito y carecía de visión y misión. Hoy, mi visión es “Hacer del mundo una nación piadosa.”»
Equipada con enseñanzas sobre la visión personal y el crecimiento espiritual, Mary se atreve a soñar ahora, incluso dirigiendo sesiones en el Club de Discipulado de su escuela, y guiando a sus compañeros en momentos de tranquilidad y estudio de la Biblia. Reflexionando sobre el impacto, dice: “He visto crecer nuestra comunidad a través del ayuno y el estudio de la Palabra de Dios.”
Del mismo modo, en la escuela asociada de Edify, Fuente De Esperanza, en la República Dominicana, las puertas están abiertas para estas jóvenes. La propietaria de la escuela, Aguedita, comparte: “Empezamos a enseñarles desde pequeñas que si alguna de ellas quería ser médico, podía lograrlo, que si alguna de ellas quería ser ingeniera, podía lograrlo. Así que cuando conocimos a Edify a través de una capacitación a la que asistimos, supimos que era el complemento perfecto para servir a nuestros estudiantes. Desde nuestra asociación en 2019, siempre hemos podido contar con [Edify] para capacitar a nuestro personal y a nosotros mismos.”
Gracias a líderes locales como Aguedita, estudiantes como Mary e innumerables personas en nuestros países de operación, las escuelas asociadas de Edify atienden a más de 8 millones de estudiantes. De esos 8 millones de estudiantes, el 52 por ciento son niñas que desafían las probabilidades y señalan la esperanza para las futuras generaciones de jóvenes.
Continuando
Con tal determinación en las escuelas con las que tenemos el privilegio de asociarnos, las cosas están cambiando rápidamente para las jóvenes en nuestros países de operación. Si bien hay mucho que celebrar, el viaje está lejos de terminar. Con el favor y la provisión de Dios, continuamos expandiendo nuestros esfuerzos para impactar a más estudiantes, capacitar a más maestros y empoderar a las escuelas para que expandan su alcance. Al invertir en la educación de las niñas, estamos invirtiendo en un futuro donde cada niño pueda prosperar.