Escrito por Jalyn Stevenson
Plantando semillas de fe
Cuando dije “sí” a Edify, no sabía cuánto tenía Dios reservado. Lo que comenzó como una simple decisión de realizar unas prácticas de verano se convirtió en una temporada de crecimiento espiritual y personal más allá de lo que jamás hubiera imaginado. Era la primera vez que mi trabajo y mi adoración se entrelazaban por completo, y adentrarme en un nuevo terreno se sentía emocionante e incierto. Sin embargo, al confiar en Dios en cada paso, Él reveló que este acto de fe era solo el comienzo de lo que quería cultivar en mi vida. En tan solo dos meses, se plantaron las semillas de la transformación, cambiando mi forma de vivir el día a día y dando forma a mi propósito a largo plazo. A través de Edify, he llegado a comprender lo que significa florecer en Cristo, especialmente en lo que respecta a la mitigación de la pobreza y el poder de la comunidad Christ-centered.
Arraigada en el propósito
Al comienzo de la beca, la visión de Edify de Naciones piadosas florecientes resonó profundamente en mí, aunque no estaba del todo seguro de lo que significaba en la práctica o cuál sería mi papel en ello. A medida que transcurrían las semanas, empecé a ver que esta visión no era solo una frase inspiradora, sino que estaba profundamente arraigada en el servicio, el amor y los inquebrantables valores cristianos. La comunidad de Edify se convirtió en un terreno fértil para el crecimiento en mi vida. Incluso a través de las llamadas de Zoom, las personas que conocí irradiaban alegría, compasión y un corazón para los demás. Se podía ver la luz de Cristo brillando a través de ellos. Estas conexiones me inspiraron a reflejar esa misma luz a los demás. Nunca antes había encontrado una comunidad como esta, una que nutriera mi fe y me animara a ayudar a otros a crecer. Edify me ha mostrado lo que significa estar arraigado en un propósito y conectado a la Vid Verdadera.
Nutriendo una nueva comprensión
A lo largo de la beca, junto con otros becarios, leí Justicia generosa y Cuando ayudar duele. Estos fueron dos de los libros más impactantes que he leído. Me di cuenta de que nunca me había tomado el tiempo para comprender la pobreza o considerar sus causas y efectos más profundos. Estas obras cultivaron una comprensión completamente nueva de la pobreza y el servicio a través de una lente bíblica. Antes, pensaba en la pobreza principalmente como una falta de recursos materiales. Ahora la veo como algo mucho más profundo y amplio: pobreza de relaciones, oportunidades, propósito e identidad. La verdad es que todos experimentamos alguna forma de quebrantamiento. Estos libros me ayudaron a darme cuenta de que la mitigación de la pobreza no se trata de soluciones rápidas o limosnas. Se trata de caminar con las personas con amor, dignidad y humildad y señalarlas al Sanador definitivo, Jesucristo. Dios nunca quiso que creciéramos solos. Fuimos creados para la comunidad, y este verano me recordó la belleza de caminar juntos en nuestra necesidad compartida de gracia.
Una temporada de crecimiento espiritual
Este verano fue más que unas prácticas: fue una temporada de transformación, un tiempo de poda y florecimiento en mi camino con Dios. He crecido en habilidades profesionales y he adquirido una valiosa experiencia laboral, pero lo que es más importante, he madurado espiritualmente de maneras que no esperaba. Me siento más seguro de quién soy y de a quién pertenezco. He descubierto el gozo de servir a los demás con intencionalidad, compartiendo el Evangelio tanto con palabras como con acciones, y viviendo mi fe en cada entorno. Dios usó Edify para regar las semillas que ya había plantado en mi corazón, y ahora, un nuevo crecimiento está empezando a florecer.
Dar fruto más allá de Edify
Con este capítulo llegando a su fin, me voy con lecciones duraderas que seguirán dando forma a mi camino. He aprendido a vivir con una actitud de corazón generoso, a abordar la pobreza desde una cosmovisión bíblica y a llevar el corazón de Dios por la justicia y la restauración a cada área de mi vida. Edify ha establecido un alto estándar. Un estándar de excelencia, humildad y propósito impulsado por la misión. Seguiré buscando ese mismo espíritu en cualquier camino que Dios me guíe a continuación. Más que nada, Edify me ha ayudado a ver con más claridad a quién me está llamando Dios a ser. Estoy muy agradecido por esta temporada de crecimiento, y sé que el fruto de esta experiencia seguirá multiplicándose en las próximas temporadas. En verdad, este fue un verano que nunca olvidaré.



