Joseph Lwanyaga, director de la escuela Jireh Junior en Uganda, siempre ha desempeñado muchas funciones. Como líder en el Ministerio de Educación, pastor local y propietario de una escuela con 133 estudiantes, su vida ha estado llena de educación y servicio. Cuando descubrió Edify en una capacitación sobre finanzas escolares, encontró el apoyo y la asociación que no sabía que necesitaba. Sin embargo, Dios tenía aún más cambios reservados para Joseph a la vuelta de la esquina. En ese momento, el equipo de Edify en Uganda estaba presentando la Autoevaluación Escolar (SSA), una herramienta detallada para que los líderes escolares evalúen y mejoren las operaciones. Annet Mbabazi, Christ-Centered Education Officer Program Lead, a menudo presentaba la SSA después de las capacitaciones, animando a los propietarios a utilizar la herramienta para identificar áreas de crecimiento.
El poder de la colaboración
Joseph asistía con frecuencia a estas capacitaciones e, inicialmente, dudaba en completar la evaluación. Con tantas cosas en marcha, era difícil para Joseph priorizar algo que no fuera urgente. Sin embargo, el seguimiento persistente de Annet y la promesa de revisar los resultados con él lo persuadieron de participar. Annet recuerda vívidamente la sorpresa en el rostro de Joseph cuando revisaron los resultados juntos: “Miró los gráficos y no podía creerlo. Me dijo: ‘Soy pastor; ¿cómo puedo obtener un tres de diez en mi escuela en ‘Exposición a la Palabra de Dios’?’ y en ‘Comportamiento Cristiano’, ¡tengo un dos de diez!’”. Annet continuó: “Le aseguré que esto no tiene por qué hacerle sentir mal, reafirmándole sus muchos valores fundamentales excelentes. Le dije: ‘Estos son grandes valores cristianos, pero ¿cómo los promueve intencionalmente en la vida de los alumnos?’”.
Transformación tangible
Con todas las tareas con las que Joseph se había mantenido ocupado a lo largo de los años, se dio cuenta de que no había estado promoviendo activamente los valores sobre los que descansaba su escuela. Inmediatamente, inició una sesión de colaboración con su personal. Juntos, redactaron un plan de seguimiento integral, estableciendo una lista de adoración y permitiendo que los estudiantes y maestros dirigieran sesiones semanales, cada una con un tema específico. El impacto fue tangible: la asistencia al Club de Discipulado aumentó de 70 a 110 estudiantes, y las salas se llenaron de jóvenes estudiantes adorando a Dios.
Inspiradas por el viaje de Joseph, las escuelas vecinas adoptaron la herramienta SSA, creando una cultura de colaboración y rendición de cuentas. “Creo que la escuela está mejorando intencionalmente. Joseph ya ha animado a muchos otros líderes escolares sobre cómo la SSA benefició a su escuela y cómo la están utilizando para mejorar su escuela hasta el día de hoy”, añade Annet. Hoy, a medida que esta herramienta se extiende por las escuelas asociadas de Edify en Uganda, está ayudando a fomentar comunidades de excelencia, reforzando los valores y acogiendo lugares de oportunidad.
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